Lo inexplicable, un año después
Mateo 14:30.
Más viendo el viento fuerte, tuvo miedo; y comenzándose a hundir, dio voces, diciendo: Señor,
sálvame. VRV1909.
Te sirvo, te sigo, no son el antídoto para no pasar por tiempos en que pareciera nos hundimos, de ahí lo peligroso de abandonar los tiempos de relación (ORACIÓN).
Muy seguramente, Pedro descuidó la oración cuando decidió por si mismo, su propio trasegar, pero cuando comenzó a hundirse el peligro amenazante lo hizo gritar (dio voces) imploró y aunque su clamor fue tardío, su Señor estuvo a tiempo.
En momentos de aflicción y angustia no tenemos otra opción más que orar como aquel que es arrojado en altamar sin recurso alguno, excepto dar voces .
Para Pedro fueron suficientes estas dos palabras: ¡Señor, Sálvame! no fue lo extensa de su petición si no lo intensa, sincera de su dependencia, no podía ser otro su SALVADOR .
¡Ay! si nuestras oraciones tuvieran menos plumas de orgullo en la cola y más plumas de humildad en las alas serían mucho más cercanas a ÉL.
La IGLESIA hoy pareciera estar hundiéndose por las embravecidas mareas del pecado, materialismo,
ecumenismo, la ignorancia bíblica, egoísmo, avaricia, la no generosidad, además de las bestiales críticas y señalamientos.
Hoy el llamado como miembros vivos y activos del cuerpo de CRISTO es para levantarnos en clamor
¡SEÑOR Salva tu IGLESIA!, Bueno, esto si de algún buen y abundante afecto se trata de nosotros levantar nuestras voces en súplica, existe la garantía de que el SEÑOR no nos va a dejar perecer .
Recuerden siempre: Cuando por nuestra incapacidad, limitantes e insuficiencia no podemos hacer nada, nuestro REY DE GLORIA lo puede hacer todo.
Bendiciones.
Pastor Mauro Neva.
Iglesia Bíblica FAMILIAS EN CRISTO VNPEM.