El Próximo Engaño Cósmico

El Próximo Engaño Cósmico

 

Por: Dr. Armando Alducin Fletcher. Enero 5 de 2017

Un engaño cósmico está por sorprender al mundo, pero no consistirá en una falsa doctrina o en una nueva secta religiosa o en alguna nueva ideología o filosofía atea.
Este engaño incluirá un liderazgo global respaldado por poderes sobrenaturales y capacidades que sobrepasarán la imaginación humana con señales, milagros y prodigios mentirosos sobrenaturales.

La Biblia menciona este período de tiempo relacionado con señales y milagros sobrenaturales más que cualquier otro período que hay existido en la historia, incluyendo los tiempos de Jesús.
No hay duda alguna que el involucramiento de poderes invisibles de maldad jugarán un papel principal.

Este engaño de gran magnitud fue profetizado por el mismo Señor Jesús y sus apóstoles, pues varios de sus discípulos se le acercaron para preguntarle acerca de las señales de su próxima venida al mundo, le contestó:

“Miren que nadie los engañe. Vendrán muchos en mi nombre y a muchos engañarán, y muchos falsos profetas se levantarán y engañarán a muchos y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán aun a los escogidos” (Mateo 24:4-5,11,24).

El apóstol Pablo escribió también acerca del engaño que vendrá al mundo:

“…inicuo (hablando acerca del Anticristo) cuya venida será por obra de Satanás, con gran poder, señales y prodigios mentirosos… el Espíritu claramente que en los últimos días algunos apostatarán de la fe escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios” (2 Tesalonicenses 2:8-9; I Timoteo 4:1).

Y finalmente, el apóstol Juan nos revela la principal estrategia de Satanás, que es ¡engañar al mundo entero!

“Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero” (Apocalipsis 12:9).

¿Qué clase de engaño usará Satanás para engañar aun a los escogidos (cristianos) de Dios?
Por razones evidentes esta clase de engaño estará relacionado con señales, milagros y prodigios sobrenaturales, involucrando manifestaciones físicas de poderes satánicos.
Esto solo significa que la facultad del ¨discernimiento¨ (distinguir entre el bien y el mal) en la mayoría de los cristianos se debilitará tremendamente, se anestesiará y cauterizará la conciencia.

¿Cuál será la razón de esto? ¡Por una falta de doctrina sana de la Palabra de Dios!

“Porque debiendo ser ya maestros después de tanto tiempo, tienen necesidad de que se les vuelva a enseñar los primeros rudimentos de las palabras de Dios, y han llegado a tal punto que tienen necesidad de leche y no de alimento sólido.
Pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el DISCERNIMIENTO ENTRE EL BIEN Y EL MAL” (Hebreos 5:12-14)
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Vivimos una época donde a la mayoría de los cristianos se les está llevando a estar experimentando continuamente “milagros”, pues de esta manera se les mantiene ya no viviendo “por fe”, sino “por vista”, con la necesidad de estar experimentando algo sobrenatural para demostrar dizque el poder de Dios.
Por supuesto que Dios continúa sanando soberanamente, pero Dios no busca se haga un circo de su poder o se tenga que estar demostrando públicamente sus milagros.

Esto fue exactamente lo que sucedió con la generación de los tiempos de Jesús, por lo cual dijo:

“La generación mala y adúltera DEMANDA señal, pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás” (Mateo 12:39).

¡Cuántos milagros hizo Jesús y a pesar de ellos no le quisieron creer!
Fue precisamente cuando hizo el mayor milagro de todos: la resurrección de Lázaro (Juan 11), que ese mismo día ¡planearon matarle!

El apóstol Pablo escribió también a los judíos que continuaban buscando milagros:

“Porque los judíos PIDEN SEÑALES… mas para los llamados así judíos como griegos, Cristo poder de Dios y sabiduría de Dios” (I Corintios 1:22-24).

En otras palabras, el cristiano ya no necesita estar nutriéndose con milagros, sino con el poder de la Palabra de Dios, la cual es poderosa para sobre edificarnos, sostenernos y guardarnos de todo mal.
La resurrección del Hijo de Dios ha sido y será el más grande milagro de la historia y si no nos basta para creer en el poder de Dios, es porque ¡no nos ha amanecido!

Lo “sobrenatural” ahora que Dios continúa haciendo es la conversión de las almas humanas, pues este es el más grande milagro que podamos experimentar, ya que solo Dios puede cambiar y transformar la vida de un ser humano perdido.
Claro que Dios seguirá realizando soberanamente milagros de sanidades, pero esto pertenece a su soberana voluntad y no haciéndole nosotros nuestro siervo a voluntad ni haciendo espectáculos públicos de su poder.

Dios no necesita a nadie que compruebe con milagros que… ¡el es Dios!